LA GRABACIÓN COMO AUTOEVALUACIÓN
Cuando estamos en la escuela o tomando clases, tenemos un conjunto extra de oídos expertos que nos dicen lo que estamos haciendo bien y lo que todavía necesita mejorar. Muchas veces esos comentarios confirman lo que nosotros mismos notamos de nuestra ejecución; otras veces nos sorprende que a la persona que nos está escuchando, algo le suene de cierta manera, bien o mal. En cualquier caso, tener comentarios nos ayuda a mejorar y crecer. Desafortunadamente, no siempre podemos tener el lujo de que alguien nos escuche y nos diga sus comentarios mientras estamos trabajando en nuestras obras. La mayoría de las veces estamos solos en nuestra sala de práctica hasta que llega el momento de ejecutar las obras en las que estamos trabajando. Aquí es cuando un dispositivo de grabación puede ser tu mayor aliado, debido a que en el proceso de tocar una pieza no somos realmente capaces de escucharnos a nosotros mismos objetivamente porque estamos ocupados tocando, pues se necesita mucha concentración para ello. Lo que creemos que estamos haciendo en términos de fraseo, sonido, rubato, dinámica, articulación y otros, no siempre es una representación real de lo que se transmite al oyente. Al grabarnos a nosotros mismos, tenemos la oportunidad de auto-analizarnos sin la guitarra en nuestras manos, actuando únicamente como oyentes. Podemos evaluar con más claridad nuestra ejecución y descubrir lo que suena bien y lo que necesita mejorar.
No es necesario un equipo lujoso para comenzar a grabarte a ti mismo, hoy en día, la mayoría de los teléfonos celulares tienen micrófonos de buena calidad, suficiente para tal propósito. Recuerda que estas grabaciones se hacen para un uso personal y sólo para evaluar el tempo, frases, articulaciones y demás. Por supuesto, si puedes permitirte el lujo de tener un dispositivo de grabación de mejor calidad, ¡eso hará que la experiencia de escucha sea un poco mejor!.
La primera vez que te escuchas a ti mismo en la grabación podrías quedar sorprendido, tiene el mismo efecto que escucharse la voz grabada por primera vez, empezarás a compararte inconscientemente con las grabaciones profesionalmente masterizadas y editadas en los álbumes que estamos acostumbrados a escuchar, ten esto en mente si te encuentras pensando ¡qué tan "terrible" suena algo!. Una vez que el choque inicial pasa, puedes sumergirte y hacer algún trabajo. Toma un lápiz y la partitura de la pieza que grabaste, márcala como haría un maestro cuando un estudiante toca en una clase. Deja a un lado tu ego y escucha la grabación lo más objetivamente posible, toma notas o marca la partitura para anotar lo que necesitas mejorar. Escucha cosas como el tempo general, suavidad, fraseo, lirismo, claridad y técnica. Toma tus notas de nuevo en la "sala de práctica" y observa cuánto puedes mejorar con las sugerencias que te has hecho a ti mismo. Después de darte algún tiempo para trabajar en esas sugerencias, grábate de nuevo; luego, repite el proceso hasta que empieces a escuchar lo que tu quieres.
Por otra parte, no tienes que grabar la obra entera de una vez. No hay ninguna razón por la que no se pueda grabar una sección, o incluso un pasaje, mientras todavía se está trabajando en la pieza, sólo asegúrate de proporcionarte un contexto. Una vez que hayas hecho el trabajo en micro, por decirlo de alguna manera, puedes seguir adelante y grabar toda la pieza. Grabarse tiene innumerables beneficios, no sólo te da la oportunidad de evaluarte sin compromiso, también te presiona a tocar bien y hacer que las cosas pasen; después de todo, queremos poner nuestro mejor esfuerzo para avanzar, de lo contrario ¿cuál es el punto de grabar y evaluar algo que sabes que está a medias?.
Si te estás preparando para una presentación, puedes utilizar una cámara de video para ayudarte en el proceso. A pesar de que la cámara no es una persona, ejerce un poco de presión sobre nosotros. Una vez que el botón de grabación está encendido, se siente como si alguien nos estuviera escuchando y de repente nos sentimos nerviosos. Por supuesto, entre más tiempo lo hagas más te acostumbrarás y te pondrás menos nervioso, de cualquier modo eso es exactamente lo que queremos para un concierto.
Una vez que te hayas grabado en video haz lo mismo que hiciste con tu grabación de audio, pero esta vez presta atención a tu lenguaje corporal, expresiones faciales, y cada elemento que se encuentra en un medio visual además de la música. Practicar delante del espejo sólo nos llevará hasta cierto punto, ya que cuando nos vemos en el espejo estamos en el proceso de tocar, un video nos permite analizarlo después de haberlo hecho.
Encuentra el artículo original “Recording as Self-Assessment” en http://www.goharvardanyan.com/recording-as-self-assessment/
Ampliamente admirada por su técnica y capacidad artística. La guitarrista armenia Gohar Vardanyan ha ofrecido conciertos en Estados Unidos, Canadá, Panamá, Argentina y Armenia. Ha tocado con la Juilliard Opera Center y como solista con la Orquesta de Cámara de Great Lakes y la Orquesta Sinfónica Nacional de Panamá. Fue presentada en la portada de la revista internacional Classical Guitar Magazine, donde la han descrito como "el paquete completo", "con una musicalidad y calidad emocional…que uno esperaría de alguien mucho mayor que esta joven promesa”. Su manera de tocar ha sido descrita como “apasionada", “evocadora" y " virtuosa”. Además de su carrera como intérprete, Vardanyan es una ávida profesora. Con frecuencia imparte clases magistrales y talleres de técnica durante sus giras. Es autora de cuatro libros de Mel Bay Publications con un quinto en camino. Es instructora en los programas de enseñanza de Strings by Mail y de la Serie de Repertorios Inexplorados en YouTube.
Gohar Vardanyan tiene una Maestría en Música de la Juilliard School donde estudió con Sharon Isbin y una Licenciatura en Música del Conservatorio de Peabody donde estudió con Manuel Barrueco.
Es patrocinada por Strings by Mail y toca con cuerdas Royal Classics Recital.
Guitarra: Jean Rompé 2012.
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